Este viernes, las calles de Bernal y Quilmes fueron escenario de una concurrida movilización en defensa de la educación pública.

Estudiantes, docentes y no docentes de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), junto a militantes políticos opositores al Gobierno libertario, marcharon para rechazar el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario y denunciar el recorte presupuestario que afecta a las universidades.

La protesta partió desde la sede de la UNQ, ubicada en Bernal, y avanzó por las principales calles hasta llegar a la Plaza San Martín, en pleno centro de Quilmes. Allí los manifestantes realizaron una asamblea pública, visibilizando el malestar ante las políticas de ajuste que, según sostienen, ponen en riesgo la calidad y el acceso a la educación superior.

A la toma de la UNQ se sumará el paro de 48 horas convocado por los gremios docentes y no docentes universitarios, que se desarrollará el lunes y martes de la próxima semana. Este paro se llevará a cabo en el marco de las demandas de un aumento salarial acorde a la inflación, además del rechazo al ajuste presupuestario. 

La comunidad universitaria se mantiene firme en su postura, denunciando que el veto a la ley de financiamiento y los recortes en educación afectan de manera directa tanto la formación de los estudiantes como las condiciones de trabajo de los docentes. Además, advierten que esta situación profundiza la crisis en el sector educativo, generando incertidumbre sobre el futuro de la educación pública.

Con la extensión de la toma hasta el viernes y el paro docente previsto para el inicio de la semana, se anticipa una semana de intensa protesta en la UNQ. La comunidad educativa exige respuestas inmediatas por parte del Gobierno, advirtiendo que la falta de soluciones podría derivar en nuevas medidas de fuerza.