A raíz de recientes declaraciones que acusaban a las universidades públicas de "inventar alumnos" para recibir más financiamiento, el exrector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Mario Lozano, salió al cruce en su cuenta de X (ex Twitter) para aclarar el funcionamiento del sistema de distribución presupuestaria de las instituciones universitarias.

A lo largo de diez publicaciones, explicó con detalle cómo se determina el presupuesto de las universidades y desmontó las acusaciones.

Lozano comenzó su descargo criticando la afirmación que señala que el número de estudiantes define el presupuesto asignado a cada universidad, calificando esto como incorrecto. “Ningún gobierno, nunca jamás, utilizó el número de alumnos como criterio para definir la magnitud del presupuesto universitario”, aseguró en su primer tweet.

Explicó que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) propone un modelo para la distribución del presupuesto, basado en una serie de criterios, aunque dicha propuesta no es de carácter obligatorio para el Gobierno. Además, recalcó que este modelo no determina la magnitud del presupuesto, que es definida por el Ejecutivo a partir de otras consideraciones.

El exrector profundizó sobre el sistema del CIN, destacando que se basa en un algoritmo que toma en cuenta distintos factores para garantizar la mejor distribución posible del presupuesto entre las universidades nacionales. Entre los elementos considerados mencionó el número de facultades, la oferta académica, la investigación, la extensión, la superficie de las sedes y, crucialmente, los estudiantes activos.

En este punto, aclaró que el número de estudiantes que se toma en cuenta no es inventado ni manipulado, ya que proviene del sistema oficial de la Secretaría de Educación, que considera únicamente a aquellos alumnos que hayan aprobado al menos una materia en el último año. "Por eso no pueden inventarse alumnos", señaló enfáticamente.

Otro de los puntos abordados por el exrector fue el control que las mismas universidades ejercen sobre los datos proporcionados por otras instituciones. Explicó que, dado que la distribución del presupuesto es clave para todas, existe un seguimiento estricto entre las universidades para garantizar que los datos sean precisos. "Cada UUNN (Universidad Nacional) se cuida de que los datos que las otras carguen sean correctos", puntualizó.

El exfuncionario también destacó la transparencia con la que las universidades deben gestionar y rendir cuentas sobre la distribución de los recursos recibidos. Recordó que organismos de control y auditoría realizan seguimientos constantes, asegurando que no haya lugar para irregularidades.

El exrector concluyó su serie de tweets señalando que este tipo de acusaciones afectan gravemente la credibilidad de las instituciones educativas y desinforman a la sociedad sobre el verdadero funcionamiento del sistema educativo público. "Generar falsas acusaciones no solo afecta la credibilidad de las instituciones educativas, sino que también desinforma", afirmó.

Por último, Mario Lozano hizo un llamado a promover el diálogo informado y basado en datos verificables para fortalecer la educación superior.

“Es importante promover el diálogo informado para mejorar la educación superior, pero siempre basándonos en datos precisos y verificables. ¡Evitemos la desinformación!”, finalizó con los hashtags #SalvemosLaUniversidad y #AMiMeInventoLaUniversidad.