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10-11-2021

Cayó en Quilmes un falso representante acusado de abuso sexual y corrupción de menores


La Policía de la Ciudad detuvo en Quilmes a un hombre, que se hacía pasar por representante artístico y explotaba de forma sexual, abusaba y extorsionaba menores de edad. El acusado, de 51 años, se promocionaba como el “Rey del Voxer”.

La investigación comenzó en marzo cuando personal de la Sección Investigaciones Especiales, dependiente de la División Delitos Informáticos Complejos de la Policía de la Ciudad, recibió un oficio judicial para realizar una investigación y dar con el paradero de un hombre denunciado en la Línea 145 del Programa Nacional de Rescate por Trata de Personas por explotación sexual a víctimas menores de edad.

Los especialistas involucrados determinaron que el hombre utilizaba canales de YouTube para publicar un video de una menor de 14 años siendo abusada por un adulto.

Dentro del material también había videos en los que sometía y humillaba a personas con discapacidad.

Con la información recabada, los investigadores determinaron que la maniobra que utilizaba el imputado era hacerse pasar como representante artístico y de esa manera conseguía entrevistas con diferentes personas, por lo general menores de edad, a quienes les prometía papeles protagónicos en diferentes películas.

Además, se corroboró que el imputado solicitaba dinero a cambio de proporcionar videos de sexo explícito y los contactos telefónicos de las supuestas “representadas” para obtener relaciones sexuales con las mismas.

Las mujeres a las que el delincuente ofrecía aparecían en los videos posteados por él en su usuario de YouTube.

El nombre del detenido es Cristian Montes de Oca. La investigación determinó también que Montes de Oca vivía en una casa de Quilmes pero que recibía a sus víctimas en las oficinas de un estudio jurídico ubicado en Rivadavia al 1.600 en Ciudad de Buenos Aires. Las alquilaba por hora.

LA DENUNCIA ORIGINAL

La denunciante original aportó detalles de los montos que manejaba Montes de Oca, y como realizaba las estafas: “Ofrecía trabajos en publicidad, películas y en videos de abuso. Para acceder a estos exigía a los postulantes el pago de $7.500 o $8.500 por gastos administrativos, como así también mantener relaciones sexuales con él”. La mujer agregó que “estos encuentros sexuales eran grabados y subidos sin el consentimiento de las personas implicadas al canal de Youtube”.

Otro detalle descripto en el escrito del juez Villena sumó aún más pruebas contra Montes de Oca: “En una página de fanáticos de River Plate publicó un video de su canal de YouTube bajo el usuario “Chadoca se CoPa”, destacándose las letras “C” y “P” en mayúscula, las que comúnmente en redes de pedofilia en internet son utilizadas como acrónimos para las palabras Child Pornography. El título y descripción del video rezaban: “Mi amorcito….participará de una serie infantil”.

LA DETENCIÓN

Con toda esta información, y más aún, el magistrado ordenó el allanamiento a la casa de Montes de Oca y su detención. El operativo se realizó hace dos semanas pero trascendió recién ahora. Los efectivos secuestraron cuatro teléfonos celulares, dos tarjetas SIM, un troquel de tarjetas SIM, un pendrive, una cámara digital con memoria colocada, dos tarjetas SUBE, 17.500 pesos, tres cuadernos con anotaciones y una caja con documentación de interés para la causa.

Días más tarde el acusado fue procesado por delitos realmente graves: “Trata de personas con fines de explotación sexual agravado por haberse cometido mediante engaño, promoción de la prostitución, abuso sexual agravado por haber sido cometido con triple acceso carnal, por haber generado un grave daño en su salud mental y por haber tenido conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave y haber existido peligro de contagio”.

Cristian Montes de Oca, más conocido como “El rey del Voxer”, tuvo la oportunidad de defenderse desde la cárcel. Mediante un zoom en el que estaban presentes su abogado, el juez Villena y su secretaría, el fiscal lo indagó. Sin embargo, solo se limitó a decir: “Me voy a negar a declarar en esta oportunidad”.

Acto seguido tomó la cámara de la computadora y la apuntó directo a sus genitales. El procedimiento debió suspenderse.