24-05-2013

En Liniers, Vélez derrotó a Quilmes y lo complicó con el descenso

La noche en Villa Luro se presentó con un espectáculo que llevaba suspenso desde el comienzo del partido. A los 30 segundos del pitazo inicial, Ismael Quilez debió abandonar la cancha por una lesión de gravedad y su lugar lo ocupó el debutante Matías Morales. El drama se hacía presente en las lágrimas del defensor que se retiró en camilla.

Los minutos transcurrían y la película dramática que se proyectaba en el José Amalfitani se iba transformando en una de terror. Corría el minuto 17 y tras un córner ejecutado por Federico Insúa, Sebastián Domínguez asistió a Facundo Ferreyra y el “Chuky” puso el 1 a 0. El grito del delantero hizo temer a los hinchas de Quilmes que no lograban sellar la permanencia y el fantasma del descenso volvía a presentarse en el equipo de Omar De Felippe.

Cuando faltaban diez minutos para irse al descanso, el “Cervecero” tuvo la situación más clara para llegar al empate sin pisar el área. Luego de un pelotazo frontal desde la mitad de la cancha, Fernando Eliazari anticipó a los dos centrales de Vélez y con un gran cabezazo estrelló la pelota contra el travesaño. El ruido metálico le daba esperanzas a un elenco que no lograba dominar las acciones que se producían adentro del campo de juego.

SEGUNDO TIEMPO
En el inicio del complemento el elenco de Ricardo Gareca volvió a mostrar sus dientes para amenazar a la visita. Tras una gran proyección de Gino Peruzzi, el lateral logró enviar un venenoso centro para el ingreso de Emiliano Papa. Pero el imperfecto cabezazo del ex Rosario Central no tuvo el destino deseado y la diferencia continuaba siendo mínima.

El cronómetro de Néstor Pitana marcaba el minuto 18 y el espectáculo en Liniers seguía mutando de género. La pésima salida de Emanuel Trípodi mostró una escena de comedia para que Facundo Ferreyra vuelva a marcar para el “Fortín”. Imitando a un arquero de handball, el guardameta de Quilmes le permitió al “Chuky” poner el 2 a 0 y comenzar a liquidar el compromiso.

Las lesiones de Miguel Caneo y de Emiliano Papa hicieron que ambos equipos terminen con diez hombres. Igualmente, a partir del segundo tanto del “Chuky” el telón ya estaba prácticamente bajado y los intérpretes sólo se quedaron en el escenario para cumplir el tiempo reglamentario. La derrota dejó una gran preocupación en Omar De Felippe, ya que en la recta final del torneo, sus dirigidos necesitarán sacar ocho puntos para no depender de nadie y continuar en la máxima categoría del fútbol argentino.