08-09-2024

Miles de fieles quilmeños participaron de la peregrinación diocesana a Luján

La Diócesis de Quilmes llevó este domingo 8 sus intenciones y agradecimientos a los pies de la Virgen de Luján en el marco de la 46ª peregrinación diocesana.

Con el lema "Con la Virgen, peregrinos de esperanza", que parafrasea el lema del año jubilar propuesto por el Papa Francisco para 2025, miles de fieles de las comunidades de la diócesis se congregaron en la plaza Belgrano, frente a la Basílica de Luján, para celebrar una jornada de fe junto a los obispos Carlos Tissera y Eduardo Redondo, el Padre Obispo Juan Carlos Romanín, emérito de Río Gallegos, y numerosos sacerdotes y diáconos de la región.

Durante su homilía, el obispo de Quilmes hizo referencia al Día de la Solidaridad, celebrado el pasado 3 de septiembre junto a Cáritas Diocesana.

"Fue una verdadera expresión de fraternidad y de homenaje a quienes sirven a los más frágiles y vulnerables", afirmó Tissera, recordando la bendición de los utensilios de trabajo de los comedores y merenderos de la diócesis.

"Hombres y mujeres que día a día luchan por Tierra, Techo y Trabajo, que son derechos humanos sagrados", destacó.

En su mensaje, el obispo también trajo a colación las palabras de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, pronunciadas en febrero, señalando que "la comida no puede ser una variable de ajuste", y pidió a la Virgen de Luján por quienes trabajan por la justicia y la paz, especialmente en temas vinculados a la juventud, la adicción y los migrantes.



Tissera aprovechó la ocasión para anunciar que en 2026 se celebrará la Asamblea del Tercer Sínodo Diocesano, coincidiendo con las Bodas de Oro de la Diócesis de Quilmes, un hito importante para la comunidad local. Además, recordó a los sacerdotes Adrián Gómez y Miguel Hrymacz, fallecidos recientemente, y alentó a colaborar con la Colecta "Más por Menos", un gesto de solidaridad con los más necesitados.

La celebración también incluyó un saludo especial del obispo a los consagrados y consagradas en el día del nacimiento de la Virgen María. "Agradecemos el regalo de la Vida Consagrada en nuestra Iglesia", expresó, en reconocimiento a quienes dedican su vida al servicio del Reino.

El evento continuó en el predio de los maristas con un almuerzo comunitario, y culminó con el rezo del Rosario y la bendición final, en un ambiente festivo y cargado de esperanza.