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10-09-2011

Mitos y verdades del ACV

imagen de un ACV


Desde el estrés y los esfuerzos físicos hasta el mantener una relación sexual o el soplarse fuerte la nariz fueron abordados en el estudio.

"¿Cuáles son los disparadores de un ACV?", en el que participaron reconocidos neurólogos dedicados a tratarlo. Veamos:



El ACV, también denominado infarto cerebral, se produce cuando se tapa u obstruye una arteria, o cuando se rompe un vaso y la parte del cerebro afectada no recibe el oxígeno necesario, lo que causa la muerte de las neuronas.



El trabajo médico destaca que hay evidencias que demuestran la relación entre el estrés y el ACV, pero un factor que debe tomarse en cuenta ante esta situación es la hipertensión, porque cuando una persona responde con alta presión a una situación estresante, se advierte un aumento en el riesgo de sufrir un ACV.



El ejercicio regular en edad avanzada puede reducir el riesgo de desarrollar un ACV.

La investigación internacional Prospectiva de ACV publicada en la revista Stroke que abarcó el seguimiento de 21.823 hombres de 40 a 84 años durante 11 años, precisó que quienes practicaban ejercicios sufrieron menos ACV que los que no lo hacían.



Pero Andrea Franco, neuróloga del Hospital Ramos Mejía, señaló que "es necesario ver qué tipo de ejercicio se realiza, ya que el levantamiento de pesas es una actividad que puede inducir a un ACV en pacientes con malformaciones cerebrovasculares por el brusco incremento de la presión que genera".



En otro orden, Rosana Ceratto, médica neuróloga de la Unidad de Rescate Cerebral, reconoció que "hay una baja probabilidad de que una relación sexual aumente el riesgo de sufrir un ACV".

No obstante, indicó que "en la experiencia médica hemos tenido algún caso, pero es necesario saber que el ACV puede ocurrir en cualquier momento: en la ducha, haciendo gimnasia o tomando una clase de música".



Se estima que 1 de cada 15 personas puede tener un aneurisma durante su vida y todas esas lesiones tienen el potencial de romperse y sangrar, pero pocos lo hacen.

Reconocer los síntomas del ACV es fundamental, ya que cada minuto sin tratamiento implica la muerte de 1.900.000 neuronas y las conexiones entre ellas, lo que ocasiona más secuelas para la persona que lo sufre.



LOS SINTOMAS DEL ACV

Los síntomas más sugestivos son los que aparecen de manera repentina y sin causa aparente, entre ellos, la pérdida de la fuerza o la disminución de sensibilidad de un lado del cuerpo.



Otra señal de alerta es la alteración de la articulación de las palabras o la de aparición de trastornos del lenguaje o problemas con la vista, ya sea un recorte del campo visual o ver doble.



También son llamadas de atención la alteración del equilibrio, la cefalea intensa y pérdida de conocimiento.

Cuando aparecen los síntomas, es importante no demorar la consulta médica.