La Noticia de Quilmes en Facebook La Noticia de Quilmes en Twitter La Noticia de Quilmes en InstagramLa Noticia de Quilmes en Youtube

08-08-2025

`Cerrarán los números, pero sin justicia no hay verdadera paz´


La Diócesis de Quilmes celebró el pasado jueves 7 de agosto la tradicional fiesta de San Cayetano, patrono del Pan y del Trabajo, en los santuarios de Quilmes Oeste, Berazategui y Florencio Varela.

Desde la medianoche, miles de peregrinos se acercaron para pedir y agradecer bajo la consigna “Con San Cayetano trabajemos con esperanza para un mundo más solidario”.

En Quilmes Oeste, la jornada comenzó con la manifestación popular desde la rotonda de Pasco hasta el Santuario, donde el Padre Obispo Carlos José Tissera presidió la misa principal. Durante su homilía, pidió inclusión social y justicia, cuestionando la desconexión entre la macroeconomía y la realidad de muchas familias.

Quizás muchos estén mirando los números de la macroeconomía de la Argentina, pero ¿a qué precio? El cierre de fuentes de trabajo, el crecimiento de la informalidad laboral, el deterioro del sistema de salud y educación, el empobrecimiento de los jubilados obligados, muchos de ellos, a pedir un plato de comida o una vianda en un comedor comunitario; o a elegir entre comprar el remedio o comer. ‘Una especie de eutanasia encubierta’ como dijo el cardenal Rossi, en Córdoba… Cerrarán los números, pero sin inclusión social. Vale decir, sin justicia social. Y sin justicia no hay verdadera paz”, expresó el obispo.

Tissera también destacó el espíritu de gratitud que motiva a los fieles a acercarse cada año: “Venimos a dar gracias por la vida, la salud, el trabajo, por quienes no bajan los brazos ante la dura realidad y por las manos solidarias que sirven en centros de salud, comedores, organizaciones sociales y en la calle para ayudar a quienes más lo necesitan. También por quienes se comprometen a transformar la realidad desde la política, el gremialismo o el trabajo comunitario”.

La imagen de San Cayetano fue el centro de la devoción durante toda la jornada. Las postales más repetidas fueron las largas filas para tocarla, el fervor de los fieles en las misas, las procesiones por las calles de Quilmes y Florencio Varela y los momentos de oración en Berazategui.

Pese al frío, la fe de la comunidad se hizo sentir con fuerza, en una tradición que se repite año tras año en todo el país.