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19-07-2012

Vuelven a clausurar INK, el nuevo bailable de Quilmes Centro

Nuevamente, INK fue clausurado.


El subsecretario de Comercio de Quilmes, Juan Pablo De Maio, informó los motivos sobre la nueva clausura del local bailable INK, ubicado en Garibaldi y Brown del centro de Quilmes.

Como se recordará, el juez Hugo Guarnieri, titular del juzgado Contencioso Administrativo, permitió la reapertura -clausurado por la comuna por carecer de la habilitación correspondiente-, En este sentido, De Maio señaló que en este caso se da una situación extraña ya que hay dos fallos, uno a favor del Municipio y otro en contra.



“El fallo (del juez Contencioso Administrativo Hugo Guarnieri) se refiere al control de las medidas de seguridad e higiene y nos limitamos a ocuparnos de eso. Con los inspectores del área de Planeamiento se hizo un relevamiento del local y nos encontramos con que las medidas de seguridad eran escasas: las puertas de seguridad eran chicas, no tenían las rampas, y tampoco estaban declarados en los planos los ventanales, es decir que había muchas anormalidades de seguridad. En base a todo ese procedimiento de inspección técnica integrada fue clausurado para preservar la seguridad de la gente que estaba convocada para ese día”, aseguró De Maio.



IRREGULARIDADES

“Tenían anunciada su apertura durante todo el fin de semana, con venta de entradas, venta de alcohol sin el REBA, por lo que también se lo clausuró por falta de la oblea que lo habilita a vender bebidas alcoholicas. Hablamos de un bar que tiene venta de entradas, algo que no está permitido, y sin embargo nosotros tranquilamente fuimos y las compramos; entradas que son calcomanías escritas a mano que dicen “reserva para cuatro personas”, para el día tal, el importe y sin firma de nadie”, afirmó el subsecretario y añadió a su vez que en el local se relevaron 30 personas sin documentación ni libreta sanitaria.



MEDIDAS DE CONTROL

Asimismo, De Maio consideró que mucha gente reacciona contra el municipio alegando que hay que dejar que la juventud se divierta o que se atenta contra una fuente de trabajo. “Ayer (por el miércoles) había 300 o 500 personas por entrar, si a esas personas les llega a pasar algo a dónde van a ir a reclamar es a la municipalidad, no al boliche. Hay que entender que la municipalidad está haciendo un montón de cosas en mejora de toda esa gente. Todas las semanas nos reunimos con los vecinos de la calle Garibaldi que presentaron un amparo que les salió a favor y hoy con varias medidas de controles más fuertes que venimos tomando ya hace dos meses, se nota que hay un cambio. Si un boliche tiene capacidad para 300 personas y metían 800 hay que tener en cuenta el sector seguridad. Sabemos que un bar no es un lugar con guardarropas, una cabina gigante de disc jockey, con parlantes extremadamente grandes y luz tenue como vimos”.



Por último el subsecretario de Comercio aseguró que el caso está en manos de los Jueces de Faltas. “Vamos a seguir con los controles siempre, la idea es solucionar el problema de los vecinos y hacer respetar a los que habilitaron como bar a que trabajen y funcionen como tal”.