En un allanamiento realizado en una fundición de aluminio ubicada en Esteban Echeverría, la Policía Bonaerense descubrió al menos dos conexiones clandestinas de gas, a través de las cuales se robaban aproximadamente 2.000.000 de metros cúbicos en los últimos dos años.

El operativo fue llevado a cabo a pedido de la Justicia, tras una investigación de un año que involucró a personal de las direcciones de Operaciones y Fiscalización de MetroGAS.

Las autoridades encontraron seis tubos de gas licuado en el predio del Grupo Tolosa, dueño de la fundición, quienes alegaban que los utilizaban para abastecerse. Sin embargo, tras excavaciones, se descubrieron las conexiones clandestinas, cubiertas por hormigón y un doble mallado de hierro, a unos 80 centímetros de profundidad, escondidas bajo una garita de seguridad en la vía pública.

Expertos de MetroGAS estiman que la fundición robaba 72.000 metros cúbicos de gas por mes, lo que, a lo largo de dos años, equivale a más de dos millones de metros cúbicos.

Esta cifra se suma a los casi 600 casos de conexiones ilegales y 1.200 medidores adulterados detectados en el primer semestre del año en la zona de distribución de la empresa, con un perjuicio de más de 9 millones de metros cúbicos de gas robado.

Desde julio, MetroGAS ha implementado un nuevo proceso de control que acelera la verificación de redes, permitiendo detectar un mayor número de conexiones clandestinas en menos tiempo.

Las conexiones ilegales no solo representan pérdidas económicas significativas, sino que también suponen un grave riesgo de explosiones, incendios e intoxicaciones, tanto para las personas como para las instalaciones cercanas.