13-08-2024

Opinión: Peronismo en debate, vivo y hacia adelante

La violencia machista denunciada por Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández, los videos, rumores y confesiones solo empeoran notablemente un gobierno pésimo por incapaz de cumplir su agenda, de generar trabajo, distribuir la riqueza y lograr mejores condiciones respecto de los acreedores externos.

Antes de este final repudiable, el gobierno de Alberto ya era un fracaso y así lo había reflejado la derrota en el balotaje por más de diez puntos de diferencia en favor de Javier Milei. Así lo marcaron los debates públicos que desde el espacio más directamente relacionado con Cristina Fernández de Kirchner y aquí en Quilmes con Mayra Mendoza dimos a tiempo.

Por supuesto que el escenario actual descripto es lo suficientemente grave. Es lógico y esperable que se abran debates y que el peronismo en su conjunto acuse recibo. Pero las acciones de una persona por importante que haya sido su rol, no son en forma alguna equiparables a las del conjunto. Se trata de un ejercicio simple y efectivo para el oficialismo, fácil pero no sostenible.

Desde La Libertad Avanza y el macrismo se apuran a determinar la muerte o el fin de una fuerza que habiendo sido incapaz de cumplir con un buen gobierno. Ocurre cuando todavía ellos mismo no lo han concretado. El macrismo se fue perdiendo en primera vuelta y sin reelección para Macri.

El gobierno de Milei, todavía muy reciente en términos históricos, no logra encausar la economía, más allá de un ficticio e inhumano ajuste sobre ajuste fiscal, que recae centralmente sobre los jubilados y sectores medios y bajos.

Con obra pública en cero, sueldos muy deprimidos, pobreza en 55% e indigencia en 20% y ambos índices aumento, no aparece en el horizonte perspectiva visible de crecimiento general. Todos los días a más gente se le dificulta comer. Está pasando aunque no sea parte de la agenda.

Mientras, otra parte del ejercicio contra el peronismo, el kirchnerismo y el movimiento popular en general es que se profundiza tras las denuncias de Fabiola Yañez consiste en atacar al ministerio de la mujer y deslegitimar sus políticas. La violencia y la desigualdad machista existen. Es indudable. Más allá de toda discusión o matiz, el estado tiene la responsabilidad de tener políticas específicas y efectivas contra esa violencia.

Son debates distintos que se mezclan adrede. La actitud repudiable de Alberto y los avances en materia de debates y cuestiones efectivas en torno al género. La lógica de cerrar un ministerio por un caso de mal funcionamiento es equivalente a cerrar un hospital ante un caso de mala praxis. No resiste el mas mínimo análisis.

En tanto, otro punto negro de nuestra historia reciente y actual es la justicia. El poder judicial - afortunadamente veloz para secuestrar el teléfono del expresidente - se niega a la mínima posibilidad de investigar el intento de asesinato de la Cristina Fernández, hecho institucional gravísimo en cualquier país, menos en este.

Si no hay nada que ocultar, ¿Porque se mandó a borrar inmediatamente el teléfono de Sabag Montiel? ¿Qué explica las cuantiosas sumas que le envió Caputo a uno de los grupos beligerantes que surgieron repentinamente por aquellos días y ahora dejaron de existir? ¿Quién mando a matar a Cristina?

Más allá de cualquier grieta, directamente funcional a quienes hacen política desde el odio y la violencia, no habrá patria y paz con estos conflictos abiertos y sin acuerdos básicos para el funcionamiento de la democracia que garantice trabajo y comida para la mayoría.

Ezequiel Arauz, concejal de Quilmes Unión por la Patria